(Comunicado que nos llegó) El día lunes 18 de marzo marchamos miles de hortaliceros/as por las calles de Temuco, llegando una vez más hasta las puertas del municipio, que desde siempre para las agrupaciones de hortaliceros/as mapuche se han encontrado cerradas, sin considerar nuestras propuestas de solución al atochamiento que se ha generado en el eje Balmaceda, de manera crítica posterior a la pandemia. 

Lo que el municipio y su alcalde hacen es generalizar como “comerciantes” a todos quienes trabajan en Feria Pinto, desconociendo de manera racista que existimos históricamente como Mapuche en Temuco y otras comunas, que somos productores de lo que vendemos y abastecemos a los que sí son comerciantes en los bandejones de Feria Pinto, a quienes se abastecen para sus negocios, verdulerías, almacenes y también supermercados. 

Existen revendedores, así mismo han aumentado la cantidad de vendedores en las calles, y entendemos que demasiada gente se deprimió económicamente durante la pandemia y posterior a ella se han agolpado a las calles para buscar sustento. Por lo tanto estamos hablando de causas socioeconómicas para poder explicar el atochamiento que se genera en el eje Balmaceda, y frente a esto nos preguntamos ¿Somos nosotros los llamados a ordenar lo que allí sucede? ¿Debemos irnos nosotros quienes siempre hemos estado? ¿Es esto justo? Creemos que no debemos irnos, y no somos los llamados a ordenar, pero sí somos parte de la solución, se debe considerar nuestra opinión y derecho a ejercer nuestra soberanía alimentaria y económica. Somos un pueblo vivo, somos parte de la historia de Temuco, y no se puede negar con una ordenanza municipal nuestra existencia. 

Respecto de la campaña del terror que hemos visto en medios de comunicación regionales, y las denuncias puestas por el municipio ante PDI, lo entendemos como medidas desesperadas por querer criminalizar esta justa movilización, donde nos siguen tratando como delincuentes, en circunstancias que hemos estado haciendo guardia y seguridad del espacio donde nos encontramos movilizados, ante la molestia de quienes no han podido seguir vendiendo porque nosotros no abastecemos. Se pretende confundir a la población obviando la clara diferencia entre productor y comerciante, y son algunos comerciantes quienes están molestos y son instrumentalizados para desprestigiar este movimiento que ha contado con masivo apoyo en la población de Temuco, con apoyo de quienes trabajamos día a día en la feria y de quienes abastecemos desde siempre en una relación económica de total reciprocidad.

Agregar que en estos días de movilización y paralización de ventas desde el lunes 18 de marzo, hemos visitado y entregado nuestras verduras a distintas organizaciones sociales, estudiantiles, fundaciones y de ayuda comunitaria. No como algo nuevo que hagamos, lo hicimos en pandemia y desde siempre hemos entendido nuestro rol fundamental como productores agrícolas de la región. Sin embargo esto último no ha sido noticia en los medios regionales que se hacen parte de un juego desinformativo utilizando imágenes sensacionalistas de cámaras de seguridad nocturnas o magnifican en un video lo que antes mencionamos, la molestia de los comerciantes que no han podido ser abastecidos para seguir vendiendo, y lo entendemos, pero a su vez nos hemos visto obligados por la amenaza de expulsión, perdiendo cosechas y ventas, pero se debe comprender que estamos luchando por nuestras familias, por el futuro de nuestros hijos, por el sustento de cada día y por lo que cualquier persona lucharía que es el respeto a sus derechos fundamentales, no podemos permitir de un día para otro que se nos expulse sin más desde el lugar donde siempre hemos ejercido nuestras entregas de verduras. 

El alcalde actual Roberto Neira, quien dice respetar al pueblo Mapuche, a pesar del tiempo que estuvimos en mesa de diálogo y de tener registro de instituciones públicas como Indap, donde se acredita que somos usuarios, sigue sin reconocernos como hortaliceros y agricultores mapuche, catalogándonos como comerciantes, lo que denota una actitud racista que invalida nuestra existencia para justificar la desidia para con nuestra gente, con su historia y relevancia en el sector. 

Temuco, 25 marzo 2024.