ALFARERIA ANTIGUA DE CHALLUPEN: TRABAJO DESDE LA HERENCIA CULTURAL COLECTIVA

El 16 de noviembre de 2023 realizamos una salida pedagógica con la Escuela Rural Alihuen de Challupen al Museo Histórico y Antropológico Mauricio Van De Maele de la Universidad Austral en Valdivia (UACH). En la actividad participaron 14 niños y niñas de 1° a 6° básico, junto a algunos apoderados y a la profesora encargada de la Escuela, Joceline Punolef Pichumilla. En la ocasión se realizó una visita guiada y una charla más detallada en el segundo piso del museo donde está la muestra relativa a alfarería mapuche, platería y otros aspectos culturales. En el lugar, profesionales del área conversación del museo pusieron a disposición cantaros y otras piezas antiguas que están bajo la tutela de la UACH. También se desarrolló una actividad educativa práctica simulando una excavación arqueológica. En el proyecto Fondart de investigación “Retrospectiva transdiciplinaria de los hallazgos arqueológicos de Challupen y Pucura” se han realizado una secuencia de actividades vinculadas a los nuevos brotes de la comunidad de Challupen, actual comuna de Villarrica. La iniciativa ha sido desarrollado por un equipo de 3 investigadores locales encabezado por Cecilia Caniuman Ancalef.

Como todo proceso pedagógico con las infancias para que los aprendizajes se consoliden se detallan actividades realizadas antes y después. Por esa razón el 07 de noviembre habíamos preparado la salida pedagógica con un taller práctico introductorio al wizun para estudiantes de enseñanza básica. Esto con el objetivo de sensibilizar respecto al trabajo con el barro y la alfarería. El objetivo de la instancia era realizar un ejercicio de memoria territorial, donde los niños pudiesen reflexionar sobre los bienes territoriales que dejaron nuestros ancestros en el territorio y poder confeccionar un metahue, pieza ceremonial y de uso popular en las familias mapuche en el territorio

El 10 de abril de 2024 volvimos a la Escuela Alihuen y quisimos retomar el trabajo con greda luego de la experiencia vivida en Valdivia de modo de profundizar los aprendizajes y anclarlo a la memoria local. Además de los 12 niños y niñas de la Escuela estuvieron 6 niños de la Escuela Estadio del sector de Cudico. Tuvimos actividades didácticas y prácticas con adultos y niños trabajando directamente con la greda y reflexionando ¿A qué elemento de la naturaleza se parece esta cantarito? ¿Qué habrán pensado y vivido los mayores al crearlo? ¿Qué uso creen que le daban?. La memoria y la herencia se hizo presente porque salieron lindos trabajos y a pesar de que fue un trabajo breve las pequeñas piezas logradas se asemejaban a las que sus antiguos elaboraron en el territorio de Challupen.

El jueves 18 de abril nos trasladamos a la Casa Taller y Galería de Arte Ragmapu ubicado en Pucura. La misión de ese día era quemar las piezas que habíamos moldeado con los pichikeche. En esa jornada seguimos aprendiendo en el compartir y el recordar de modo de estar más firmes (reafirmar nuestra identidad) cuidar la historia que está vivo en la memoria de los mayores. (y que se vincula con las nuevas generaciones, como un lazo entre generaciones)

En esa jornada además comprendimos la diferencia entre la historia lineal separada por etapas propias de la forma occidental, y la manera de ordenar el conocimiento y la concepción cíclica del kimün mapuche, donde la observación de los cambios en la naturaleza, ha permitido grandes enseñanzas sobre cómo vivir en un determinado territorio, así como comprender el funcionamiento de la tierra en su totalidad. Usamos unos libros que nos conseguimos en la biblioteca de Lican Ray de arqueología para niños escrito por el arqueólogo Lautaro Núñez Atencio, Premio Nacional de Historia 2002. También escuchamos la experiencia de una vecina de Challupen, apoderada de la Escuela Alihuen que señala que mucho de estos temas le fueron conversados y enseñados por su padre. El centro de la jornada estuvo en esperar y conversar alrededor del horno donde el fuego estaba sellando los aprendizajes que niños y niñas hicieron con sus manos en la greda.

Salida pedagógica a Valdivia

En la visita a los Museos de la Universidad Austral (UACH) en la Isla Teja de Valdivia nos recibieron Leonora Adán Alfaro, Arqueóloga; Marcelo Godoy Gallardo, encargado de Vinculación & Gestión Institucional, Adrián Silva Pino, Encargado de Extensión, Claudia Ordóñez Riveros, encargada de conservación, todos parte de la Dirección Museológica de la Universidad Austral de Valdivia (UACH). Además de estar y compartir en las 3 salas del Museo Histórico y Antropológico Mauricio Van De Maele, los niños y sus padres, todos vecinos de Challupen pudieron tocar y ver de cerca las piezas cerámicas que están en dicha institución y que fueron parte de la vida y del trabajo de sus antepasados. Además se realizó una actividad práctica de indagación en la que jugaron a ser arqueólogos y a comprender de una manera práctica cómo funciona ese sistema de trabajo sistemático que sigue un método que tiene un cierto orden. De esta forma se desarrolla desde esa vereda el estudio del pasado humano y como el suelo guarda historias, primero se saca la capa vegetal y así, poco a poco se va más profundo y van apareciendo restos que los científicos del área, los arqueólogos, van interpretando sucesivamente tanto los que van a terreno, como los que toman sus apuntes y publicaciones para continuar o dar nuevos rumbos a esos conocimientos.

Luego de la actividad, entrevistamos por vía telefónica a María José Raihuaque, apoderada de Bayron Andrés Jara Raihuaque que está en 4° básico evaluó diciendo “Ellos salieron de acá del sector, salieron a distraerse un poco, a conocer. Me pareció bueno para que ellos vayan aprendiendo y viendo las historias pasadas”.

Ella aportó además con su historia familiar, pues le escuchó a su abuelo José Miguel Raihuanque Cayuman (que falleció hace 3 años con casi 100 años de vida) que llegó a trabajar al territorio a los 15 años y luego se casó con Francisca Punulef. Respecto a cuándo la arqueóloga aficionada Mayo Calvo excavó y extrajo restos cerámicos del sector de Challupen, María José recuerda que su abuelo siempre retrocedía el tiempo y le contaba con tristeza “que había una señora acá que no era mapuche, “gringa” le llamaban ellos. Y ella recolectaba eso, pero ella los vendía. A varia gente le quitó cosas y se las llevó y él nunca supo para donde se las había llevado. El solamente sabía que los sacaba de acá porque eran cosas que valían en ese tiempo. Mi tata en ese tiempo tenía unos 20 años, 30 años. Ella acá lo buscaba. Y también se había metido varias veces en el cementerio -decía él – a sacar cosas. En su momento el pensó que era para algo importante”.

María José Raihuanque Huechan vive hace 4 años de manera permanente en el sector y antes siempre venía en las vacaciones de invierno y de verano. Luego de la visita al museo de Valdivia plantea que le gustaría que” las cosas de acá sean mostradas en el sector de acá. No tan lejos”

Emilio Alejandro Pichumilla Antihuala vive en la localidad de Pucura y también fue a la salida pedagógica acompañando a su hijo Bastián de 1° básico. La experiencia le recordó cuando él mismo era un niño y la Universidad Austral estaba haciendo excavaciones en el sector del alero Marifilo y los invitaron como Escuela de Pucura a ver el trabajo en terreno “mostraban que habían pillado esas conchitas de mariscos que habían encontrado, carbón parece que también. Eso recuerdo que fue lo que nos mostraron, no sé qué más habrán pillado.

Estas experiencias con la comunidad educativa de la Escuela multigrado rural Alihuen ha sido una apuesta por resignificar lo que ha implicado para el territorio a los pies del Futa Pillan o Ruka Pillan y a orillas del Lago Kalafquen, la relación y vínculo con el mundo científico y académicos. Cabe recordar que en la década de los sesenta la arqueóloga Mayo Calvo de Gúzman sacó del territorio piezas cerámicas – algunas de contextos funerarios -, algunas siendo vasijas completas, otras fragmentos junto a otros elementos de la vida de los antiguos del territorio. El detalle de los recogido fue publicado en 1972 en el artículo “Excavaciones en cementerios indígenas de la región de Calafquen” en un trabajo conjunto con el arqueólogo Bernardo Berdichewsky Scher en las “Actas del IV Congreso de Arqueología Chilena”. Mayo Calvo se hizo más conocida a nivel general al escribir el libro “Leyendas del Calafquen” (1968) y “Secretos y tradiciones mapuche” (1983) editado por editorial Andrés Bello y luego en diversas ediciones, siendo parte de las bibliotecas escolares de varias escuelas de Chile. En dichos textos relata en forma de crónica conversaciones con personas mayores del territorio.

Revisar con ojos reflexivos el contexto de aquellas prácticas de construcción de conocimiento occidental, vínculo y percepción con las comunidades mapunches locales, es un camino que recién se está abriendo y tomando fuerza en los contextos actuales. Pasar de lo que teóricamente se ha llamado como “extractivismo académico” o “extractivismo epistemológico” a que paso a paso se avance en la reparación y en construcción de relaciones interculturales, basadas en el respeto y el entendimiento mutuo, pues es un cambio necesario Del mismo modo que se fortalezcan las capacidades locales para resguardar y proteger el mapuche kimün.

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